domingo, 3 de abril de 2011

¿Es posible construir una vida según las expectativas que los otros tienen sobre nosotros en detrimento de los sueños propios?
Una persona es el orgullo de la familia, se recibe de abogado y se convierte en un profesional del éxito al mismo tiempo que conoce a una buena mujer, se casa y tiene dos hermosos hijos. Pero con poco más de 40 años, en vez de estar feliz y realizado, dice sentirse vacío y arrepentido de haber hecho lo correcto en lugar de lo que realmente quería.
¿No es una falta de fidelidad a sí mismo respetar los deseos de nuestros padres si no coinciden con los propios? ¿No existe una importante cuota de responsabilidad cuando se decide actuar en contra de los deseos de nuestro corazón? .

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