lunes, 14 de septiembre de 2009


No empieses a quitarte la camisa, no vas a convenserme como siempre. Se ha roto el espejo de tu vida, te espera un tiempo gris, de mala suerte. Yo fui esa pared que utilizabas, para apoyar la piel de ves en cuando, para jugar al hombre, para calmar tu fiebre, para sentirte un dios obnipotente. Una esclava encadenada a una cama, una autopata sin sueños y sin alma PERO ESTO SE ACABA, -fuera- hoy mi fe te condena, -fuera-,
fuera de mi vida, esta vez la gota revento la copa, fuera, ya no quiero nada de lo que me dabas como una limosna de tu hipocrecia, fuera de mi vida, cuando digo fuera rompo las cadenas, -FUERA- , si me ves llorando es mi desencanto, hoy veo a un extraño y yo te amaba tanto.
Estabas convencido con el juego, para decir verdad estabas ciego, yo no compre ninguna de todas tus mentiras cuando tu me engañabas LO SABIA.

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